jueves, 27 de diciembre de 2007

Cool kids never have the time

El trabajo no dignifica. Llevo sin hablar con mis amigas demasiados días. Hoy no salgo. Mañana trabajo. La universidad mal. LLoro con demasiada facilidad. Ví "Soy leyenda". Las uñas se llenan de mierda con una rapidez estrepitosa. Hace tres años todo parecía perfecto y no quiero ocultar que siempre hubo un matiz o la sombra de una duda. Y aunque eso nunca me detuvo sí que tuve ocasión de no poder evitar el sentirme algo peor y el pensar que algo iba mal al ver que nada parecía ir mejor. Hace dos años todo parecía un desastre pero yo seguía allí inventando excusas y, y creyéndomelas luego. Y convenciendo a mis amigos, o eso creía yo. Mis amigos preferían ponerse en lo peor y lo peor se parecía mucho a verme afrontar la situación de cómo confesar que llevo dos años harto y este es el tercero y no está bien, y está bien. Pronto hará un año que me puse un año de plazo para trazar un plan sobre cómo iba a cambiar la manera en que funcionan mis cosas y el año acaba ahora y todavía no estoy listo para tomar decisiones importantes por mí mismo y casi que voy a esperar un año a ver si todo empieza a mejorar. Y cómo confesar que llevo dos años harto y este es el tercero y no está bien. Y está bien y no está bien. Y no sé si está bien. Hace tres años. Dos años. Un año. Y cómo confesar que llevo dos años harto y este es el tercero y no está bien. Y está bien y no está bien. Y no sé si está bien. Todo está mal, menos tú.

2 comentarios:

lolastarsandstripes dijo...

A veces uno se engaña más a sí mismo que a los demás. El esmalte de uñas sí que se va con una velocidad pasmosa. Echando la vista atrás, es más fácil decidir si un año estuvo bien, o mal, o regular; lo difícil es darse cuenta en el momento y actuar en consecuencia para enderezar el presente.

Con gente a tu alrededor, siempre va mejor.

(L)

lolastarsandstripes dijo...

Bolas del desierto, como en el Western...